NOTA DE PRENSA
Han pasado casi 7 dias desde el brutal desalojo de Kukutza III y 4 jornadas desde el derribo sin contemplaciones del mismo. Hemos pensado en muchas cosas estos dias.
El miércoles despertamos a las 5 de la mañana con un despliegue policial sin recedentes en el Barrio de Errekalde. Trajeron hasta las furgonetas más viejas. Cualquiera diría que había que aparentar que las fuerzas de seguridad están en plena forma. Se encontraron en cuestión de segundos con caceroladas, ruidos, vecinas indignadas, cubos de agua desde las ventanas y un montón de gente con cámaras de video. Los medios de comunicación no tardaron en convertir paquetes de harina y lobos de agua en ladrillos y “objetos”.
El miércoles despertamos a las 5 de la mañana con un despliegue policial sin recedentes en el Barrio de Errekalde. Trajeron hasta las furgonetas más viejas. Cualquiera diría que había que aparentar que las fuerzas de seguridad están en plena forma. Se encontraron en cuestión de segundos con caceroladas, ruidos, vecinas indignadas, cubos de agua desde las ventanas y un montón de gente con cámaras de video. Los medios de comunicación no tardaron en convertir paquetes de harina y lobos de agua en ladrillos y “objetos”.
La gran manifestación de más de 7000 personas en defensa de Kukutza, acabó siendo reprimida por la policía y se saldó con decenasde personas heridas, entre ellas txikis, jóvenes, familias, ancianas, así como numerosos comercios con persianas pateadas o portales con cristaleras rotas a culatazos.. Fue un acto de cobardía y de autoritarismo, traducido en este caso en brutalidad policial.
Miles de personas pasamos el jueves en tensión esperando la decisión de la jueza sobre la legalidad del derribo, y el viernes, pese a reconocerse las irregularidades del proceso, injustamente autorizó el derribo.
La tarde del viernes fue de rabia, de impotencia, de injusticia. Se derribaban 13 años de trabajo, de solidaridad, de creación, de vínculos entre miles de personas.
Miles de personas pasamos el jueves en tensión esperando la decisión de la jueza sobre la legalidad del derribo, y el viernes, pese a reconocerse las irregularidades del proceso, injustamente autorizó el derribo.
La tarde del viernes fue de rabia, de impotencia, de injusticia. Se derribaban 13 años de trabajo, de solidaridad, de creación, de vínculos entre miles de personas.
Estos dias han sido una mezcla de lágrimas, abrazos solidarios y miles de mensajes de ánimo de todo el Mundo. Quisimos esperar unos dias desde el desalojo y derribo de Kukutza, para observar el devenir de los acontecimientos, y cómo no, las autoridades y los medios de comunicación no nos han defraudado. Han actuado como suelen actuar.
La Ertzaintza, al servicio del equipo de gobierno del ayuntamiento de Bilbao, ha causado más daños, más desperfectos, más heridos, más perdidas de propiedades y más quebrantamientos de la ley en tres días, que ningún otro grupo criminal en toda la historia de Rekalde.
En nombre de los intereses privados de una empresa especuladora, han apaleado al pueblo que juraron proteger, han robado innumerables propiedades de uso común y han derribado el único edificio construido por y para el barrio, que era no sólo un bien común de incalculable valor, sino también un símbolo y un ejemplo de lo que es capaz de hacer la juventud fuera de la tutela de este gobierno y de este ayuntamiento. Un ayuntamiento cada vez más sucio, cada vez más corrupto, cada vez más distanciado de su pueblo y cada vez más cerca de su final.
La solidaridad recibida ha sido más que impresionante, y los vanos intentos de criminalizar a todo un movimiento que se empeña por construir un mundo más justo y más humano, han caído en saco roto. El pueblo sabe la verdad, y ésta está en la calle.
Algunos medios de comunicación y tertulianos, a quienes dan de comer los culpables de ésta barbarie, han tenido la poca vergüenza de apresurarse a pedirnos la condena por unos contenedores, sin interesarse lo más mínimo por las más de 200 personas heridas víctimas de la ertzaintza. Parece que les preocupan más los bienes materiales. ¿Acaso alguien tuvo la insolencia de pedir a los trabajadores de Euskalduna que condenasen los incidentes que ocurrieron al cierre del astillero?. Terrible falta de profesionalidad y terrible falta de vergüenza la de quienes han querido jugar al circo de las condenas.
13 años dan para mucho, son muchas personas, muchos momentos, muchas iniciativas, mucho trabajo, muchas tardes inolvidables y muchos sentimientos que no se derriban con excavadoras. Estamos tranquilas y orgullosas. Orgullosas de nuestro pueblo luchador y de nuestro barrio obrero que conserva la dignidad.
Mañana, cuando derriben Kukutza III por completo, no vengáis a llorar ni a ofrecer
limosna.
¡Nunca seremos escombro, somos viento de libertad!
La Ertzaintza, al servicio del equipo de gobierno del ayuntamiento de Bilbao, ha causado más daños, más desperfectos, más heridos, más perdidas de propiedades y más quebrantamientos de la ley en tres días, que ningún otro grupo criminal en toda la historia de Rekalde.
En nombre de los intereses privados de una empresa especuladora, han apaleado al pueblo que juraron proteger, han robado innumerables propiedades de uso común y han derribado el único edificio construido por y para el barrio, que era no sólo un bien común de incalculable valor, sino también un símbolo y un ejemplo de lo que es capaz de hacer la juventud fuera de la tutela de este gobierno y de este ayuntamiento. Un ayuntamiento cada vez más sucio, cada vez más corrupto, cada vez más distanciado de su pueblo y cada vez más cerca de su final.
La solidaridad recibida ha sido más que impresionante, y los vanos intentos de criminalizar a todo un movimiento que se empeña por construir un mundo más justo y más humano, han caído en saco roto. El pueblo sabe la verdad, y ésta está en la calle.
Algunos medios de comunicación y tertulianos, a quienes dan de comer los culpables de ésta barbarie, han tenido la poca vergüenza de apresurarse a pedirnos la condena por unos contenedores, sin interesarse lo más mínimo por las más de 200 personas heridas víctimas de la ertzaintza. Parece que les preocupan más los bienes materiales. ¿Acaso alguien tuvo la insolencia de pedir a los trabajadores de Euskalduna que condenasen los incidentes que ocurrieron al cierre del astillero?. Terrible falta de profesionalidad y terrible falta de vergüenza la de quienes han querido jugar al circo de las condenas.
13 años dan para mucho, son muchas personas, muchos momentos, muchas iniciativas, mucho trabajo, muchas tardes inolvidables y muchos sentimientos que no se derriban con excavadoras. Estamos tranquilas y orgullosas. Orgullosas de nuestro pueblo luchador y de nuestro barrio obrero que conserva la dignidad.
Mañana, cuando derriben Kukutza III por completo, no vengáis a llorar ni a ofrecer
limosna.
¡Nunca seremos escombro, somos viento de libertad!
2 comentarios :
Sí y no. Una gran labor la de Kukutza, sin duda. Un muy mal desalojo por parte de la ertzaintza, también. Pero los disturbios existieron, yo también estuve ahí. Y se mezclan dos cosas: la ocupacion de una propiedad privada cuyo dueño reclamó (y por tanto, corresponde devolvérselo) y lo terrible que resulta que una labor como la realizada por kukutza se haya intentado echar abajo. Resistid, teneis nuestro apoyo. Pero no mezcleis las cosas. Estamos indignados por la brutalidad policial (una vez más) pero también nos indignan quienes, diciendo y creyendo ayudaros os han hecho un muy flaco favor.
y como quedó el barrio? sin contenedores,el asfalto derretido en varias zonas,varios coches semicalcinados,por no hablar del resto de bilbao.ahora la policia es agresiva? iros a tomar por culo perroflautas...el barrio no esta con vosotros sois una minoria inflada por perroflautas de otros sitios.contais lo que os interesa.
un vecino de rekalde de toda la vida.
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